Volver a mí es un espacio donde el arte se convierte en lenguaje.
Donde la cerámica, las texturas y las formas orgánicas cuentan historias de propósito sin decir una palabra.
Cada pieza es parte de un viaje: el mismo que recorro con las personas y organizaciones que acompaño, pero traducido en materia, color y forma.
Es un arte que no busca decorar, sino recordar: que somos cambio, que somos raíces, que somos agua que fluye y luz que se expande.